La sociedad avanza y, junto a ella, la industria de la peluquería, que abraza con fuerza una forma de entender la vida que ha estado desde siempre en su ADN: más libre, auténtica y libre de prejuicios.
El debate se inició en la peluquería anglosajona y ya se ha extendido: ¿cómo se puede trasladar la filosofía gender-neutral a los salones, del mismo modo que ya se está haciendo en industrias como la moda o el interiorismo?
Este es el fascinante tema que Óscar Guinea, director de educación de The Hair MBA, y Sergi Bancells, periodista experto en peluquería, trataron junto a las peluqueras Alazne Montero (Punk Rose Salon) y Sita Zoroa (Salón Zita Zoroa), en el podcast del primer máster en Business & Artistry de la peluquería.
Salones que son espacios libres de etiquetas
Las tendencias en peluquería y moda se decantan cada vez más por la ambigüedad, como exponente máximo de la expresión personal. La clásica línea que separaba las cosas de hombres y las de mujeres se desdibuja, porque cada vez son más las personas que no quieren verse definidas por esas etiquetas.
Como señala Óscar Guinea: “Hay que adaptarse a los nuevos tipos de clientes y a su forma de pensar. Ser inclusivos hará que se sientan más cómodos en nuestro salón”. Por su parte, Sergi Bancells añade: “Este tipo de salones atrae a personas que no quieren ser juzgadas ni etiquetadas de ninguna manera”.
Por ejemplo, dos de los estilos más en boga de la temporada, el pixie y el mullet, son looks que actualmente llevan todo tipo de personas. Asimismo, la música, y sobre todo el metal, ha propiciado que muchos hombres luzcan melenas XXL y que busquen servicios de corte, secado, tratamientos de queratina o coloración. Y es que, cuando decidimos lucir un estilo u otro en el cabello, esto lleva unos cuidados aparejados, independiente del género.
Política de precios sin distinción de género
En este contexto, la distinción de precios en los salones entre hombres y mujeres deja de tener sentido. ¿Qué justifica que los precios de ellos puedan ser más económicos que los de ellas? Esto es precisamente lo que solventa el llamado gender-neutral pricing, y que consiste en establecer una política de precios basada en criterios diferentes al género.
“Yo he establecido mis tarifas en base al tiempo de realización del servicio, la dificultad y la cantidad de producto empleado. Hay muchas maneras de poner los precios sin recurrir al género”, explica Alazne Montero. “He vivido un par de casos de clientes hombres que se han quejado de los precios más elevados; pero la gran mayoría valora el servicio y esta filosofía; además, ganamos a clientas de cabello corto, que son las grandes beneficiadas”.
Por su parte, Sita Zoroa apunta: “Mis precios están divididos en cabello corto, largo y estándar. La política no-gender funciona y, gracias a eso, tengo a un público muy variado. Tener un salón inclusivo es muy importante en la actualidad, en un momento en el que todo el mundo quiere elegir quién ser. El salón se convierte en ‘la casa de todos’, donde cualquiera puede venir a encontrar su look y expresarse”.
Primeros pasos para salones gender-neutral
Aquellos salones que quieran implementar una filosofía gender-neutral, deberían hacerlo siguiendo estos consejos que ofrece Óscar Guinea: “Lo primero es empezar a relacionarnos con personas no-gender y LGTBI+, leer sobre el tema y buscar en Internet para tener nuestra mente bien abierta. Cuando sintamos que esto conecta con nosotros, que estamos preparados y que queremos implementarlo en nuestro negocio, podemos hablar con nuestra agencia de publicidad y diseñador gráfico para que nos ayuden a comunicarlo como un nuevo valor de nuestra marca. Desde luego, la nueva comunicación también tiene que ir acompañada de imágenes y publicaciones que transmitan esa filosofía y valores”.