La combinación del hombre con cabellos largos y barba funciona siempre. No puedes equivocarte con este look moderno.
Paso 1: Lavar la barba con un jabón adecuado, hidratar con un producto adecuado y peinar. Preparar la barba y la piel para ser esculpida y marcada poniendo una toalla humedecida con agua tibia y unas gotas de romero (lo ideal es humedecer la toalla y ponerla al microondas unos minutos). Comenzar a reducir esculpiendo de menor a mayor desde la patilla hasta el mentón con una máquina grande.
Paso 2: Marcar los bordes tanto en el cuello como en los pómulos. Implica definir la línea del cuello (generalmente es una curva suave desde la mandíbula hasta la yugular, rasurar todo lo que quede debajo de eso). Definir la línea bajo los pómulos (esta puede ir tan libre como se quiera, pero lo recomendable es trazar una recta desde la patilla o a la altura de media oreja hasta la comisura de los labios). Entre el pómulo y esta línea debe haber un dedo o un dedo y medio.
Paso 3: Con la máquina plana pequeña limpiar lo más al ras posible para facilitar el afeitado.
Paso 4: Trabajar la línea del bigote teniendo en cuenta la comisura del labio. Todo lo que queda por debajo es la barba. El límite del bigote se dibuja desde el centro, más corto, hacia los lados, más largo.
Paso 5: Delimitar la parte externa desde la llave de oreja hasta el cuello.
Paso 6: Aplicar un producto hidratante incoloro para ver bien los límites trazados. Rasurar con navaja todo lo que sobra. En el cuello, el movimiento es hacia abajo, ejerciendo tensión en la piel para que no haya pliegues. En pieles sensibles se realiza una sola pasada; en piel resistente se puede dar una segunda pasada a contrapelo. En los pómulos se trabaja de la misma manera. La primera pasada siempre es a favor del crecimiento. En el caso de hacer una segunda pasada se hace en contra al crecimiento.
Fotografía: Damián Razzini.
Cabello: Mabel Silva.
Make Up: Rafa Gil.
Modelo: Alain Pulcher.