Entrevista a Sonia Palma: “El profesional de cualquier área, si no se perfecciona, no puede sobrevivir”

Sonia Palma nació en Guacarhue, un pequeño pueblo de la Sexta Región (Chile). Amaba cortar cabello y les pedía a sus amigas que le dejaran hacerlo.
A los quince años viajó a Santiago para trabajar, ganar dinero y así poder pagar un curso. Fue una experiencia muy dura que duró 8 meses. Aprendió algo, pero no lo esperado.
Volvió a su hogar y a los 16 años estudió como interna en el Instituto de Educación Rural en el que vivían 60 alumnas de todo Chile. Allí aprovechó los recreos para cortar el cabello a sus compañeras y peinar a las profesoras. Junto a otras tres alumnas fue elegida para hacer un curso de Líderes de ocho meses de duración, pero cuando volvió a su casa por dos semanas se dio cuenta que la situación era muy difícil y necesitaba trabajar para ayudar a su familia. Luego, volvió al instituto, pero al mes lo dejó y buscó su camino en la Peluquería.
Con sólo 17 años ingresó a un salón como ayudante. No tenía sueldo. Estuvo un mes allí con la firme convicción de aprender y cumplir sus sueños.
En enero de 1962 comenzó a trabajar en un salón de barrio. A los dos meses tenía a cargo a toda la clientela. Estuvo allí siete años hasta que en 1968 empezó a trabajar en su casa.
El resto casi es historia: aprendizajes, sindicatos, Federación de Peluqueros, Atelier George Hardy, viajes, grandes premios en campeonatos, jurado, maestra, muchos reconocimientos por su trayectoria…

¿Cómo y cuándo se dio cuenta que la peluquería era su vocación?
Cuando estaba en la escuela primaria tenía a una profesora que cuidaba mucho su aspecto. Yo soñaba con ser una profesora como ella. Mis manos deseaban cortar cabellos y cambiar la vida de las personas

¿Quiénes son sus referentes?
No tengo referentes. Cuando me preguntan digo que mi referente es “Sonia Palma”, la que sueña con crear cada día un estilo para cada una de las clientas y que los sudamericanos sean los creadores de la moda para los cabellos latinoamericanos, que nada tienen que ver con los europeos.

¿Qué siente al cumplir 60 años en la profesión?
Siento que estoy recién comenzando y también que tengo que dejar un legado a las nuevas generaciones de peluqueros, que no dejen de perseguir sus sueños.

¿Qué diferencias encuentra entre la peluquería de sus inicios y la de 2021?
La diferencia es que antes no era peluquero cualquier persona. Era muy difícil. Hoy tenemos de todo: herramientas, productos y, sobre todo, Internet que nos hace estar más conectados con el mundo.

¿Cuáles son los peinados y cortes más emblemáticos de estas seis últimas décadas?
Grandes referentes fueron los estilos de: Marilyn Monroe, Jaqueline Kennedy, Mía Farrow, Farra Fawson, Lady Di, Jennifer Aniston.

¿Qué peinado, corte o color le pidieron más en Chile?
Acá muchas pedían el corte de “la Pituca sin Lucas”, el pixie y el bob.

Y hoy, ¿qué cortes le piden más?
A los cortes los sitúo en largos, medios y cortos. Los hago personalizados para cada clienta. Tengo más del 60% de clientas mayores y por eso hago más cortos y muchas bases de permanentes.

¿Cuál fue la primera herramienta que compró para su trabajo? ¿Y la última?
Mi primera herramienta fue una tijera y la última, una plancha.

¿Cuál considera que fue la peor moda?
Para mí fue en los ´70 con la moda punk, el estilo Romané y las extensiones.

¿Los mejores inventos para los peluqueros?
Los mejores inventos fueron la tijera y el peine. Con ellos nunca pasaré hambre.

¿En qué momento la encontró la cuarentena? ¿Qué hizo ante el cambio de vida en su profesión? ¿Cómo se reinventó?
La cuarentena me encontró con el más importante capital: mis cuatro hijos profesionales y una hermosa familia. Tomé esta situación como una oportunidad para crecer en mi espiritualidad y en la parte profesional, mirando la entrega de tantos colegas del mundo que mostraban sus trabajos. Empecé a dar más importancia a lo simple y agradecí a Dios por estar.

¿Por qué es importante la capacitación en un profesional de la peluquería?
La Peluquería está evolucionando a cada hora. El profesional de cualquier área, si no se perfecciona, no puede sobrevivir.

¿Qué características debe reunir un buen docente a la hora de enseñar?
Un buen docente tiene que estar convencido de que domina el tema, conectar con sus alumnos, escucharlos, hacerlos sentir importantes y tener la humildad del maestro.

¿Cómo fue el paso de la enseñanza presencial a la virtual?
No he tenido la oportunidad de hacer ni asistir a clases virtuales, pero creo que no hay mucha diferencia.

¿Qué es lo que más le gusta enseñar? ¿Por qué?
Me gusta enseñar de todo. Creo que la enseñanza debe ser global. Cuando hago una clase sobre Permanentes, hago también de Corte porque van juntas. Y si doy una clase de Corte también hago el Peinado.

¿Qué consejos les daría a las nuevas generaciones de peluqueros?
El consejo para los nuevos peluqueros es que se hagan una pregunta, si de verdad aman este “arte”. Si es así, ¡que nunca dejen de aprender!

¿Una anécdota?
Cuando fui a Hair Brasil en Sao Paulo. Por creer que eran fáciles los traslados, me perdí del grupo. Al final del día me fui en un bus de acercamiento al metro sin saber el idioma. Anduve perdida y muy asustada. Llegué a la Avenida Principal que estaba cerrada por militares y unos policías me subieron a un taxi. El taxista se perdió y un viaje que no era de más de 10 minutos duró más de una hora y media. Estaba totalmente perdida y nadie se enteró. Fui a Brasil con mi hija. Ella pensaba que estaba con el grupo y los del grupo pensaban que estaba con mi hija. ¡Fue terrible!

¿Cuáles son las tendencias para la temporada otoño/invierno 2021?
Las tendencias de hoy son cabellos con movimiento, volumen y mucho rizo. Además, cortes pixie, bobs más texturizados y mullets. En color creo que volverán los tonos más cálidos y dorados.

¿Un sueño por cumplir?
Mi gran sueño es la unión de todos los peluqueros de Chile formando Asociaciones Gremiales en cada región, una gran Federación que finalmente concluya en una Confederación que sea seria y sin fines de lucro.