Laura Ferreyra es una reconocida estilista de Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina.
Desde chica siempre le gustó todo lo referente al arte y lo manual. No sabía que iba a ser peluquera, pero sí conocía su inclinación hacia el arte. Dio sus primeros pasos en la profesión de manera autodidacta. Miraba a la peluquera que la atendía e imitaba lo que hacía.
Un día se ofreció a trabajar de ayudante en una peluquería sin haber hecho ningún curso. La tomaron a prueba y se quedó trabajando. A los tres meses de estar allí, ya sabía realizar muchos servicios gracias a su observación, menos cortar. En ese momento comenzó a capacitarse realizando diferentes cursos y perfeccionándose. Con todos los conocimientos adquiridos le fue dando su “toque” personal a cada trabajo en función de sus resultados y lo que a ella le parecía que iba a quedar mejor.
En este momento tan particular para la profesión, Laura nos abrió las puertas de su salón y nos contó que “la pandemia las hizo cambiar drásticamente las rutinas y las adentró en un mundo diferente. Ya no realizan lo mismo que hace unos meses atrás. Desde que se volvió a la atención de las clientas en el local, se adaptaron con responsabilidad a la nueva realidad con protocolos de acción y medidas de seguridad que contemplan las normas actuales de prevención, ya que el contacto con las clientas es estrecho. En su caso, usan mascarillas, escudo facial y guantes. Además, esterilizan los materiales, suman la limpieza de los zapatos con lavandina antes de entrar al local y brindan turnos a las clientas para poder lograr el distanciamiento y cuidar la salud tanto de ellas como de los profesionales”. Para la estilista es “vital que todas se sientan y se vean bien, ya que está comprobado que no descuidar la imagen y preocuparse por verse bien es una parte súper importante para sobrellevar de la mejor manera la cuarentena”.
La pandemia dejó al salón de Laura -como todos los salones de Argentina- con las puertas cerradas. Es por ello que recurrieron a las redes sociales. En la época en que no se podía trabajar, tuvieron que vender productos online y luego motivaron a las clientas a seguirlas por las redes brindándoles consejos de belleza para que continúen con el cuidado del cabello en su casa hasta al regreso. Una vez que el salón reabrió sus puertas, siguieron motivando a las clientas con la muestra de fotos diarias de sus trabajos con diversos colores y tratamientos para el cabello.
Antes de la pandemia, los servicios que ofrecían en el salón eran más amplios. Hoy, por ejemplo, maquillaje no pueden hacer porque no hay reuniones ni fiestas. Entonces no se puede brindar ese servicio. Sí tienen la suerte de trabajar para tres periodistas de televisión. Eso también la hizo más conocida, ya que una conduce un magazine-noticiero, otra realiza un noticiero diario y la tercera tiene un programa de diseño y arquitectura.
Por otra parte, también hacían depilación de rostro y colocación de pestañas, pero nada de eso se está haciendo por el momento.
Consultada por la reacción de las clientas al ingresar a su lugar de trabajo, Ferreyra señaló que “entran y esperan a que se les indique el protocolo. Todas son sumamente accesibles a lo que se les pide. Se sienten muy confiadas porque ven que realmente se cumple con el protocolo y que todo está sumamente higienizado y cuidado como corresponde”.
El 21 de septiembre, la peluquería cumple 29 años y Laura comenta que “siempre ha tenido grupos diferentes de gente que la ha ayudado y acompañado en los trabajos. Hace varios años que pudo conformar un equipo bastante estable del cual se siente muy orgullosa y sumamente acompañada, tanto en lo profesional como en lo personal”.
En cuanto a las tendencias para la nueva temporada primavera/verano, en el salón siempre están actualizadas, ya que es con lo que más trabajan. Todo el equipo está muy bien preparado profesionalmente en cuanto al tema de la coloración, el corte, y las extensiones de cabello natural que son las que más disfruta la estilista.