Corría el año 1960 cuando Carlos del Río viajó a Francia para capacitarse con los grandes expertos de la peluquería y nunca paró.
A lo largo de su vasta trayectoria realizó y dictó capacitaciones, cursos y seminarios en muchos países, y participó de shows, lanzamientos, giras y atelieres representando a importantes marcas de prestigio internacional.
En la actualidad sigue disfrutando de la alegría que día tras día le brinda la peluquería y siempre está en la búsqueda de su desarrollo personal y profesional.
En esta entrevista con MIT podrás conocer un poco más de este destacado peluquero que tantas satisfacciones le brindó a la profesión y que cosechó muchos premios a lo largo de su carrera.
¿Qué es la peluquería para usted?
Más allá del espacio comercial y social, la peluquería para mí es un espacio de aprendizaje, que permite al profesional desarrollar su creatividad y aplicar y perfeccionar día a día los diversos estilos y diseños.
Qué es lo que ama y lo que odia de la profesión?
La profesión tiene muchas capas que me han dado muchas alegrías: conocimiento no sólo artístico, si no también cultural. Pude conocer muchas partes del mundo gracias a ella, inmensidad de personas, maestros y alumnos, clientes fieles que me siguen hasta el día de hoy. Además, de permitirme ganarme la vida, me dio una carrera y un medio para expresar mi creatividad. No se me ocurre algo que no disfrute de la profesión.
¿A quiénes admira?
Admiro a la Escuela Francesa Guillaume Roger para Alexandre. Es uno de mis referentes.
Cuál es su especialidad?
Los peinados: el diseño, las formas y volumen donde encuentro los estilos.
Enseñanza virtual o enseñanza presencial?
La enseñanza presencial es el mejor medio para nuestra profesión, sin lugar a dudas.
¿Cuáles son las tendencias para la nueva temporada primavera-verano? ¿Qué propone?
Los cabellos cortos con movimiento, no lacios, con estilos que se identifiquen con el visagismo personal.
¿Qué ganó y perdió con la pandemia? ¿Qué enseñanza le dejó?
La pandemia agudizó mi sentido del orden, austeridad y precaución. Aprendí a pensar sólo en el día de hoy y no adelantarme al mañana.
¿Cuáles son sus proyectos para el futuro?
Seguir observando la naturaleza para captar formas y estilos, tratando de sentir la peluquería que viene, con cambios muy grandes incluso a nivel corporativo.