La digitalización se ha convertido en un elemento fundamental para cualquier negocio desde la aparición de Internet. Sin embargo, la actual situación de pandemia ha conseguido que más que importante sea crucial e incluso urgente para aquellos salones que aún no han dado el paso o lo han hecho muy tímidamente.
La palabra digitalización asusta a quienes no están familiarizados con las redes sociales, los blogs y las webs. Muchos dilatan en el tiempo el momento de dar el gran paso por miedo y falta de información, también porque no siempre quedan claras las ventajas de hacerlo, o no se entiende cómo se traduce la inversión de crear una estrategia de gestión y comunicación y llevarla a la práctica con los ingresos en la caja.
“La digitalización no es que sea importante, es que es esencial para que el público te conozca y sepa qué haces, cómo trabajas. Puede que si tienes un público muy fidelizado o estás en un municipio pequeño o mediano no lo creas importante, pero no es así. Además, la digitalización va más allá de las redes sociales e incluye otros muchos aspectos del salón como las reservas de citas online o la compra de servicios o productos. Se trata de implementar tecnología para que te ayude en la gestión diaria del salón, desde el control del stock a la comunicación con tus clientes”, explica Raquel Saiz de Salón Blue by Raquel Saiz desde Torrelavega (Cantabria).
Durante los períodos en que el salón está cerrado, puedes seguir generando ingresos con la venta de productos, del mismo modo que ofreces la posibilidad de vender tratamientos de regalo y de gestionar la agenda al permitir que el cliente acceda a ella desde tu web para realizar una reserva. Eso se traduce en más ingresos y más tiempo, ya que, si ofreces la posibilidad de agendar, reduces el tiempo de atención telefónica, por ejemplo. “Una gestión digitalizada, es una gestión inteligente que permite optimizar el tiempo. Primero porque logra que tu salón esté operativo las 24 horas, los 365 días. Enviar avisos de confirmación y como recordatorio evita que se pierdan reservas y que no tengas el salón siempre lleno. El tiempo es oro y con estas medidas tan sencillas conseguirás optimizarlo y dedicarlo allí donde realmente lo necesites, formándote o atendiendo al público”, afirma Pilar Zaragozá de Eos/Men (Valencia).
Por tanto, la digitalización se refiere a dos aspectos, el informático, que por un lado agiliza los procesos internos de funcionamiento del salón y, por otro, mejora la comunicación entre el salón y el cliente, sobre todo con las reservas. Esta comunicación se puede llevar a cabo a través de la web y de las redes sociales, aunque de una forma distinta. Dar acceso a nuestra agenda de forma automatizada a través de la web es una forma de simplificar nuestro tiempo y el de nuestros clientes que escogerán rápidamente según su disponibilidad y la nuestra. Las redes sociales están pensadas para otra estrategia, son nuestra tarjeta de presentación y un espacio muy dinámico de interacción entre nuestro público, posibles clientes y nosotros. “En las redes sociales podemos dejar muestra de lo que hacemos, de cómo son nuestros clientes y cuál es nuestra filosofía. Nuestros valores como salón, como peluqueros, deben estar reflejados y lo que allí mostramos debe representarnos. Por eso, mucho cuidado con relegar a un segundo plano la gestión o el tipo de contenido que compartes o a quién se lo confías. No todo vale. Y del mismo modo que escoges un diseño para tu salón con el que te sientes cómodo, lo mismo sucede con esta ventana abierta de comunicación que son las redes sociales. Nosotros creemos firmemente que el proceso de digitalización es imparable, pero aún somos un poco románticos y seguimos prefiriendo el trato directo y personal con nuestros clientes. Por eso agendamos como hemos hecho siempre, por teléfono. Eso nos permite oír su voz, charlar brevemente con ellos y esperarlos en el salón para cuidarlos. El trato directo para nosotros es un lujo que no queremos perder, porque no tiene precio, es afecto”, asegura Anna Barroca del salón homónimo de Andorra la Vella.
Una estrategia digital debe responder a varias preguntas: quiénes somos, cómo somos, quiénes son nuestros clientes, a quiénes queremos llegar y a partir de aquí reflexionar cómo lo vamos a hacer. En las redes sociales pueden parecer que todo es improvisado, pero si quieres que el mensaje llegue debe estar organizado y profesionalizado. Si estos temas se te escapan de las manos, entonces es mejor recurrir a un profesional y delegar esta parte, del mismo modo que confiamos en gestores para llevar las cuentas. “Las redes sociales son una prolongación de ti, de tu salón, y de tu imagen y del mismo modo que no confías la caja o las llaves de tu casa a cualquiera, debes hacer lo mismo con tu presencia en el mundo digital. Aunque una vez sepas lo que quieres hacer y cómo, es una forma muy enriquecedora de comunicarte con tus clientes y también con otros compañeros de profesión. Muchos comparten tutoriales, trabajos creativos, tratamientos… Las redes sociales son inspiración y una preciosa herramienta para crecer, evolucionar y quizás ayudar sin saberlo a otros peluqueros. Somos una comunidad y las redes están para compartir, entretener, divertirse, inspirar, conocer… Saber esto te permitirá reforzar tu imagen y que eso repercuta con el tiempo en crecer como profesional, mejorar aún más tu reputación y aumentar tus clientes”, concluye Christian Ríos de Christian Ríos Hair Couture desde Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
Asesoraron: Anna Barroca, Raquel Saiz, Christian Ríos y Pilar Zaragozá.