Ayudando en el cambio
Cuidar al paciente es tan importante como curar y es por ello que nuestra tarea profesional alcanza en este momento para ayudar en el cambio estético que puede presentar el paciente de cáncer.
Sabemos que la piel y el sistema nervioso tienen el mismo origen embrionario y está tan relacionado, que la misma refleja cómo estamos por dentro.
El paciente puede comentarnos todas tus preocupaciones estéticas que tendrá en el camino de la enfermedad. Es fundamental preparar con tiempo las soluciones para ayudarlo a sentirse mejor.
En resumen, es el momento para la introducción de nuevos hábitos en el cuidado personal. Es el momento de dejar los malos hábitos.
Los tres pilares anticáncer
1- El programa nutricional
– Adoptar un régimen alimentario mantendrá alejada la enfermedad.
– Buscar la ayuda de un nutricionista es ideal y conocer cuáles son los alimentos anticancerígenos primordial.
– Disminuir significativamente el consumo de azúcares y féculas permitirá normalizar el nivel de insulina en sangre.
– Eliminar los alimentos de alto contenido glucémico.
– Evitar cocinar a altas temperaturas pues las grasas se vuelven tóxicas.
– Los métodos de cocción suave son los indicados.
– Cocer al vapor o hervir más que freír.
– Comer verduras y hortalizas en abundancia favoreciendo las de color y, en especial, las de color verde y las crucíferas (col, rábano y berros).
– Aumentar el aporte de ácidos omega-3 (pescados de aguas profundas y otras plantas como la chía, la linaza, la palta o aguacate).
– Limitar el consumo de alcohol (no más de una vez por día).
– En líneas generales sugerir: reducir pesticidas ambientales y la contaminación atmosférica; preferir las aguas más purificadas, evitar las de conservas; optimizar el nivel de vitamina D; el stress contribuye al desarrollo del cáncer, deshacerse de sensaciones negativas; el descanso es importante; apagar la computadora, la TV, desconectar las redes; en la menopausia, controlar los niveles de hierro, tomar vitamina D, antioxidantes CQ10, el selenio, la vitamina A y vitamina C. La mejor especie anticancerígena es la cúrcuma.
Lista de una despensa con propiedades anticancerígenas: aceite de oliva, aguas sin contaminantes, ajo, cebolla, algas marinas, arroz integral, berenjenas, cítricos, crucíferas, fresas, frutos del bosque, frutos secos, legumbres, manzana, melón, pimientos, remolacha, soja, té verde, tomates, uvas, lactobacilos, zanahoria, durazno, fibra dietética, linaza y jengibre, entre otros.
2– La actividad física
Dependiendo del estado del paciente adoptar la actividad posible como el caminar, pero consultar a un especialista le ayudará mejor. Todo lo que ayude a mejorar su calidad de vida.
3- El programa emocional
– Asistir al paciente oncológico emocionalmente puede ser desde distintas áreas.
– Buscar la ayuda de un profesional (psicólogo) será ideal.
– El modo y tiempo de lograr estar anímicamente bien es personal y no se puede apurar, pero la ayuda como profesionales de la estética que podamos hacer logrará que el paciente se vea y se sienta mejor.
– La cosmetóloga debe manifestar seguridad, tener buena presencia de ánimo, no manifestar pena por la paciente.
– El stress está reconocido como un factor, si no desencadenante, al menos agravante de la enfermedad en general. Estudios han demostrado que un impacto emocional violento pude entrañar un descenso inmediato de nuestro nivel de inmunidad.
– Convertir durante la fase de lucha contra la enfermedad toda emoción negativa como la angustia, la ira, las preocupaciones y la falta de autoestima.
Efectos secundarios de la quimioterapia
– Los cambios que sufre la apariencia física, si bien manifiestos, suelen ser temporales: pérdida del cabello, cejas, pestañas, cambios en la textura y pigmentación de la piel, alteraciones en la boca, mucosas y dientes.
– La pérdida del cabello puede ser disimulada en una primera etapa con cortes adecuados.
– El tipo de alopecia dependerá del tipo de medicamento empleado.
– Seleccionar la peluca que corresponda al color de su cabellera original en la primera etapa (existen centros especializados en pelucas).
– Los pañuelos adecuados para la cabeza suelen ser un recurso estético para disimular la contingencia.
– La piel reseca exige atención constante.
– Cremas emolientes e hidratantes, tanto en el hogar como en la cabina, serán de utilidad y que no contengan parabenos, es decir elegir, certificados cosméticos orgánicos.
– Puede aparecer la piel más colorada (rash cutáneo).
– Es de sugerir evitar la exposición solar.
– Las marcas que aparecen a veces en las zonas tratadas irán desapareciendo lentamente, no realizar abrasiones ni irritar la piel, no usar sustancias alcohólicas bajo ningún concepto.
– Las uñas sufren cambios desfavorables, fragilidad, aparición de surcos, decoloración. – – Convendrá mantenerlas cortas, no quitarles las cutículas para preservarlas de infecciones.
– El maquillaje es importantísimo en el mejoramiento del aspecto estético del rostro.
– Devolver el tono de su piel, marcar las cejas si se han despoblado mantener iluminado y corregir imperfecciones del rostro.
Protocolo de tratamiento cosmetológico para la piel del paciente oncológico
– Calmar la irritación.
– Compresas con lociones balsámicas: caléndula, manzanilla y tilo.
– Máscaras sedativas y oclusión para potenciar el efecto.
– Sueros equilibrantes para mejorar la hidratación: vitamina E, té verde, silicio, en vehículos adaptados al biotipo cutáneo.
– Lo ideal es tratamiento corto y pocos productos hasta recuperar la piel.
Asesoró: Cosmiatra-Cosmetóloga Nora Rubin.