La peluquería es una profesión creativa y pasional, mientras que los negocios exigen tener las cuentas claras y poner mucha cabeza. A veces, puede parecer que van por direcciones opuestas. Por eso, el reto y la verdadera clave del éxito están en conseguir que se complementen y trabajen unidos.
Los profesionales del cabello que emprenden la aventura de abrir un salón propio se adentran en un escenario completamente diferente: nuevos retos, nuevas necesidades y oportunidades. En la ecuación, entran en juego variables que van más allá de la inspiración, la creatividad y las habilidades técnicas. Cobran importancia aspectos como: los pedidos de productos, los tickets de venta, la comunicación de la marca, la creación de equipos estables, etc. Y no hace falta hablar solo de propietarios de salones: los miembros del equipo que quieren hacer crecer el proyecto común se encuentran en la misma tesitura.
Algunas veces, pueden parecer facetas contrarias: en los artistas predomina el corazón, mientras que la cabeza es vital para los negocios. Sin embargo, la realidad es que funcionan mejor unidas, porque consiguen retroalimentarse y dar como resultado a profesionales más completos y negocios con más esencia. Para lograrlo, la clave está en la formación.
Álex Corcuera y Óscar Guinea, miembros del equipo de The Hair MBA, el primer Máster en Business + Artistry de la peluquería, nos cuentan cómo deben trabajar ambas facetas los profesionales de la peluquería para mejorar sus resultados de forma exponencial.
¿Cuáles son los principales retos a los que debe hacer frente un peluquero que dirige un salón?
Se encuentra con retos en cuatro áreas diferentes y todas ellas son igual de importantes:
Edificar la marca: con el nombre, el logotipo, la imagen, los productos, los servicios… El reto es tener más éxito.
Relacionarse con las personas: tener menos conflictos y más confianza con clientes, proveedores, colaboradores, familia y hasta con uno mismo. Toda tu comunidad necesita sentirse en equilibrio. El reto es tener menos rotación y más motivación.
Dinero, impuestos y leyes: conseguir que el negocio sea rentable, ganar más dinero y evitar problemas con distintos organismos. El reto es ganar más dinero.
Formación: ¿Qué habilidades no tengo y quiero incorporar y dominar, alineadas con mis valores y con mi lifestyle? El reto es tener más seguridad y confianza.
¿Por qué es importante tener formación específica en business?
Una peluquería es un negocio. Si hay más gastos que ingresos, el negocio muere. Si tienes un coche, tienes que aprender a conducirlo; si tienes un negocio, tienes que aprender a gestionarlo. Es imprescindible conocer las reglas del juego y aplicarlas. Formarse como empresario genera más confianza y tranquilidad, y minimiza los riesgos de que aparezcan problemas. No es opcional, es vital. Si aprendes business, lo dominas. Si lo dominas, lo aplicas y si lo aplicas funciona.
¿Cómo ayudan los conocimientos artísticos en los negocios?
Nuestros negocios necesitan clientes y estos vienen a la peluquería para verse mejor. Por eso, si no trabajas y dominas la técnica, el cliente no se irá feliz y no volverá, o peor, hablará mal. Dominar los procesos técnicos es el primer paso para atender a un cliente en peluquería. Luego será imprescindible la organización empresarial, pero primero ¡hay que ser un buen peluquero!
¿Y cómo ayudan los conocimientos business a los artistas del cabello?
Los conocimientos business amplían la mente, empoderan al artista y le ayudan a querer aumentar su valor y su posicionamiento. Dominar el business de la peluquería multiplica los beneficios y, si das beneficios, formas parte de la solución, mientras que si generas pérdidas eres un problema. ¿Qué quieres ser: solución o problema?