Cristian Vega Bruna es un reconocido plataformista y educador con más de 30 años de trayectoria en el mundo de la peluquería.
Está en la búsqueda constante del aprendizaje que todo gran peluquero que se precie como tal debe realizar a lo largo de su carrera profesional. Su gusto por la peluquería fue creciendo de a poco dentro suyo al punto de transformarse en el día de hoy en una pasión. En esta entrevista con MIT cuenta parte de su historia profesional, brinda consejos para todos aquellos que quieran crecer y desarrollarse en su oficio, y mucho más.
¿Cuándo y cómo se dio cuenta que su destino era ser peluquero?
La verdad es que estudié peluquería de muy joven. No estaba muy convencido porque no tenía las cosas tan claras. Lo hice impulsado por mi madre que me decía que era una profesión con la que siempre iba a tener trabajo, ya que cortarse el cabello es una necesidad. Y tenía razón, es una necesidad. Después descubrí que me servía para romper el hielo. Cuando llegas a un lugar nuevo es increíble como un par de tijeras te abre las puertas y las voluntades.
Un día viajé a la ciudad de Los Andes mientras estudiaba peluquería en el Barrio de Independencia, en Cebu, para ver un show de peluquería y ví a unos colegas super creativos desarrollar todo su talento. Ese día me di cuenta de que esto era lo mío: hacer cosas con las manos, desarrollar mi creatividad y exponerla delante de otros profesionales. Fue una experiencia increíble y muy motivadora para mí conocer a este grupo creativo.
¿A quiénes admira?
Hoy, con más de 30 años de profesión, admiro a un par de profesionales que son dignos de mis respetos: Mario Mezza, que es el director de escuela donde estudié; María Silvia Moya, que fue mi jefa técnica y es una excelente colorista y formadora de profesionales del color a nivel nacional e internacional por muchos años y ahora es mi amiga; y al gran profesional argentino Alberto “Gitano Gómez”, mi mentor en esto de ser plataformista y un tremendo profesional de nivel mundial. Estoy muy orgulloso de haber compartido escenarios por diferentes países de Latinoamérica con él, un maestro de maestros.
¿Cuál es su herramienta “estrella” y su producto favorito?
Hay una herramienta que es mi preferida y solo algunos lo saben: la tijera cocodrilo o tijera de efectos. Logro unos efectos increíbles tanto en corte de varón como de dama. Muchos le tienen miedo, pero es por no saber usarla. Consigo movimientos de puntas y texturas que con otra herramienta no puedo. Mi producto favorito es Silky Wáter de BBcos. Siento que a ese producto lo descubrí yo porque estaba botado en la bodega y lo empecé a trabajar. Siempre está agotado en la empresa (ríe).
¿Por qué es fundamental la capacitación en peluquería?
Cuando supe que esto era lo mío, también descubrí que la educación es fundamental para el crecimiento profesional y personal de todo profesional. En todas las escuelas enseñan lo básico de peluquería; tú tienes que seguir buscando educación en tu ciudad, en tu país y también afuera. Tienes que salir a buscar, abrir tu mente, tu creatividad. Siempre digo que el peor día de tu vida es cuando crees saberlo todo. Al año tomo de 4 a 7 cursos que no son de lanzamientos de productos.
¿Cuáles son las diferencias que encuentra en el dictado de clases presenciales y virtuales? Ventajas y desventajas.
Siempre me van a gustar las clases presenciales, sobre todo cuando puedes meter las manos y la interacción que se da entre el profesor y el alumno, pero creo que las clases on line también tienen sus ventajas: el hecho de que el profesional no tenga viajar y pueda tomar la clase desde su casa, ver en vivo y preguntar. Es bueno igual. Abarata los costos considerablemente y eso es en favor del profesional. Creo que el tema va para allá. Hay que acostumbrarse a los cambios… La idea sería que después de hacer un curso on line, tomar el presencial y cerrar ese ciclo de educación.
¿Qué es lo que le quiere transmitir a sus alumnos cuando realiza las capacitaciones?
Uff… No sé si lo lograré todas las veces y con todas las personas que toman una capacitación conmigo. Quiero transmitirles la pasión que siento por esto, abrirles su cabeza para que explote su creatividad siempre con un lenguaje fácil de entender y didáctico. Creo que es fundamental que el educador encuentre la manera más didáctica y práctica de transmitir sus conocimientos. Si lo logro soy el tipo más feliz. Misión cumplida. Una frase que ocupé mucho tiempo fue “pasión por la educación”.
¿Qué papel cumplen las redes sociales en su profesión?
Me ha costado el tema de las redes sociales. Un poco debe ser porque no soy millennial (ríe), pero hoy es fundamental en el desarrollo de todo negocio. De a poco voy subiéndome a ese barco que sé que me llevará muy lejos.
¿Cómo se prepara antes de la presentación de los atelieres, los shows, las capacitaciones, etc?
(Ríe) Siempre, antes de un show, me gusta escuchar un poco de rock para saltar, gritar y liberar un poco toda la adrenalina que siento después de haber coordinado maquillaje, modelos y el show propiamente dicho… Todos los detalles técnicos para que funcione todo ok.
¿Cuáles son los cortes top para hombres y mujeres para esta estación?
Para los hombres, no tan cortos como se usaron en este último tiempo y con volumen en la zona fontal.
Para las damas, las melenas todavía están muy en onda, pero siempre con detalles personalizados para cada clienta.
¿Tiene proyectos para el futuro? ¿Cuál es su sueño?
Un proyecto que me tiene muy motivado es crear una plataforma virtual de educación. Hay varios amigos en lo mismo. Creo que será muy interesante para la peluquería chilena tener varias opciones de educación on line. Ya cumplí mi sueño… Ahora, como artista, siempre tengo sueños y trabajaré para cumplirlos. Los sueños se cumplen con trabajo.
¿Qué consejos les daría a las personas que comienzan a transitar el camino de la peluquería?
Primero, terminar de estudiar donde están estudiando y después salir a buscar más educación. Tomar los cursos de 5 mil, 10 mil, 50 mil, los gratis, todos. No deben quedarse criticando todo, sino buscando soluciones, avanzando. Y si no te gusta tu país y crees que todo está mal, sal a buscar. Peor es criticar y seguir donde estás y no hacer nada para que eso cambie.