¿Qué hace que unos salones tengan más éxito que otros? ¿Cuál es la clave para que una peluquería funcione?
Sin duda, la comunicación es clave. Puedes ser un gran profesional, pero si nadie lo sabe, el salón estará vacío. Para comunicarnos con nuestra comunidad, debemos realizar una comunicación eficiente y meditada a través de la cual emitiremos un mensaje fiel y descriptivo de lo que somos y lo que nos hace diferentes. Pero, además, debemos adecuarlo a las características de nuestra clientela potencial para que les sea comprensible.
Para llevarlo a cabo, lo primero de todo es saber qué somos, cómo somos y qué somos capaces de ofrecer, cuáles son nuestros valores que harán que nuestros clientes se sientan identificados con ellos y que son distintos a cualquier otro porque son únicos. Es lo que se conoce como marca personal, en este caso aplicada al salón.
Saber por qué tus clientes acuden a tu peluquería y no a otra tiene que ver con motivos que trascienden el dominio técnico, tal y como asegura Manuel Mon, fundador de Manuel Mon Estilistas: “las razones por las que nuestros clientes nos escogen tienen mucho que ver con las emociones, con las sensaciones que creas con tu trabajo y en la que participan muchos elementos como el trato personal, la confianza, el ambiente, la experiencia… Es algo que se construye lentamente, pero para que suceda tienes que tener muy claro desde el inicio cuáles son tus valores, qué es lo que ofreces y lo que te diferencia”. Se inicia, por tanto, con un proceso de autoconocimiento no sólo de nosotros como profesionales, también de la clientela potencial, para lo cual es necesario conocer el contexto, el barrio o la ciudad en la que nos encontramos y utilizar un lenguaje que sea comprensible y atractivo para el público al que nos queremos dirigir.
“Tus valores tienen que estar sincronizados con los de tus clientes y cuando eso sucede la relación que se establece es mágica, nacen unos vínculos que unen a esa persona a ti y a tu trabajo. Es cuando fidelizas y sabes que vienen a tu salón por ti. De todos modos, esa confianza depositada debe validarse en cada servicio, algo que es fácil de conseguir cuando se trabaja desde la pasión”, nos explica Pilar Zaragozá directora de los salones Eos/Men. La fidelización es clave, pero conseguirla no supone relajarnos, sino que debemos marcarnos nuevas metas siempre afines a lo que somos y sin perder de vista los intereses de nuestra clientela.
Uno de los aspectos que más valora el público son los conocimientos de su peluquero/a, saber que se encuentran en buenas manos y que cuentan con todas las herramientas para satisfacerle. Aquí entran en juego diferentes aspectos: uno de ellos es la formación continua de nuevas técnicas porque demuestra que se es un profesional en continua evolución y que se pretende ofrecer lo mejor. Y luego están las colecciones creativas, todo un esfuerzo y un desafío técnico y creativo para el estilista, aunque tiene sus beneficios. “Muchos peluqueros son reacios a crear una colección creativa y realmente es muy sacrificado porque hay que sacar tiempo del trabajo en el salón y de tu vida privada, pero las satisfacciones que te da son enormes, personales y profesionales, y además, también cohesiona y motiva al equipo”, explica Carles Sánchez director de Pelsynera, “aunque no solo eso, refuerza tu imagen de marca, te hace destacar de la competencia, te diferencia y te proyecta más allá de tu salón”. Crear una colección demuestra que el profesional y su equipo van en busca de la excelencia, del inconformismo que solo se sacia traspasando los propios límites. “Los clientes tienen muy claro que tú no les vas a hacer esos looks de vanguardia, pero les demuestras que, si has podido crecerte con imaginación, técnica y esfuerzo, lo haces ante cualquier situación, te sitúa en una posición privilegiada, de experto. Además, se sienten muy orgullosos de que seas su peluquero”, nos asegura Manuel Mon.
Un paso más allá después del que supone crear colecciones propias, es el de las competiciones o concursos de peluquería. Es todo un proceso de aprendizaje personal y profesional del que, independientemente de si se gana o no, se sale reforzado, ya que impulsa al profesional a explorar nuevos caminos y a desarrollar nuevas destrezas. “Participar en competiciones te hace aspirar a otro nivel de excelencia y si ganas o quedas finalista ya estás destacando no solo entre tu comunidad, sino que amplías tu círculo de influencia. Te ayuda a situarte como referente, lo mismo ocurre con las portadas o las publicaciones en prensa especializada, es todo un reconocimiento a tu trabajo y al del equipo, algo que revierte positivamente en la proyección del salón y que a los clientes hace sentir muy felices y orgullosos, aunque más allá de eso tiene un retorno económico indirecto, algo de lo que muchos profesionales no son conscientes”, afirma Carles Sánchez.
Reforzar el valor de marca es revalorizarte, hacer brillar tus cualidades no desde el punto de vista del ego, sino de las posibilidades de dar vida a nuevas experiencias para tu cliente y es algo que se consigue desde diferentes caminos, aunque se llegue al mismo lugar. Algunos profesionales poseen una vertiente artística muy fuerte que canalizan en las colecciones creativas, otros prefieren explorar la profesión a través de formaciones y creaciones de métodos de trabajo, pero todos coinciden que el espacio en el que trabajas, el diseño del salón refuerza esa imagen es “como si fuera una arquitectura de nuestras emociones y valores que se refleja en los materiales, el diseño, los colores, la distribución del espacio… Si eres un peluquero o peluquera de autor, tienes que tener un salón acorde a quién eres. La imagen importa, y mucho, porque refuerza y da coherencia a tu mensaje”, concluye Ulises Mesa, director de Ulises Peluqueros.
Asesoraron: Manuel Mon * Zaragozá * Pelsynera * Ulises Mesa.